Lesson 1, Step 1
In Progress

Lección: Hechos Científicos en la Biblia, Parte 1

“Cuanto más cerca estoy del final de mi peregrinaje, más clara es la evidencia del origen divino de la Biblia. La grandeza y sublimidad del remedio de Dios para el hombre caído son mas apreciados y el futuro está iluminado con esperanza y gozo.” – Samuel Morse

La evidencia de la existencia de Dios es verdaderamente aplastante – lo que mucha gente ignora por completo. Las leyes de la ciencia natural, arqueología, astronomía, biología, y profecía, todas señalan a un Creador infinitamente inteligente, como lo mostrarán las siguientes lecciones.

Mucha gente mira la Biblia con una gran cuota de escepticismo – y tienen derecho. Siempre es sabio considerar la evidencia antes de decidir si algo es verdad. En las tres lecciones siguientes encontrarás información valiosa que puedes compartir con los perdidos – evidencia certera de que la Biblia no es un libro cualquiera. Dios ha revelado numerosos hechos científicos y médicos en la Biblia, miles de años antes de que los científicos los descubrieran. Como Hank Hanegraaff dijo, “La fe en Cristo no es un paso ciego al abismo, sino una fe basada en evidencia establecida.”

La ciencia expresa el universo en cinco términos: tiempo, espacio, materia, poder y movimiento. Génesis 1:1-2 reveló esas verdades a los hebreos en el año 1450 antes de Cristo: “En el principio [tiempo] creó Dios [poder] los cielos [espacio] y la tierra [materia]…y el Espíritu de Dios se movía [movimiento] sobre la faz de las aguas.” La primera cosa que Dios le dice al hombre es que Él controla todos los aspectos del universo.

En recientes años, la ciencia ha descubierto que todas las cosas que vemos están compuestas por átomos invisibles. Las Escrituras nos dicen en Hebreos 11:3 que las “cosas que se ven fueron hechas de las que no se veían.”

Es interesante notar también que los científicos ahora entienden que el universo se está expandiendo. Nueve veces en las Escrituras se nos dice que Dios extiende los cielos como una cortina (e.j., Salmos 104:2).

En un tiempo se creyó que la tierra estaba asentada sobre un gran animal o un gigante (1500 antes de Cristo), pero la Biblia dice que la tierra está flotando en el espacio: “Cuelga la tierra sobre la nada” (Job 26:7).

El profeta Isaías también nos dice que la tierra es redonda “Él está sentado sobre el círculo de la tierra” (Isaías 40:22). Esto no es referencia a un disco chato como un escéptico mantiene, sino a una esfera. El hombre descubrió esto 2400 años más tarde. En una época la ciencia creyó que la tierra era chata, y, sin embargo, fueron las Escrituras las que inspiraron a Cristóbal Colón a navegar alrededor del mundo.

Por años, los científicos creyeron en una visión geocéntrica del universo. La diferencia entre la noche y el día se creía que se debía a las vueltas del sol alrededor de la tierra. Hoy sabemos que la rotación de la tierra sobre su eje, es la responsable del amanecer y de la puesta del sol. Pero hace 4000 años atrás o más que fue escrito: “¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al [dawn] su lugar?… Ella [the earth] muda luego de aspecto como barro bajo el sello” (Job 38:12,14). El cuadro aquí es un vaso de barro que está siendo rotado por la rueda del alfarero – una analogía específica de la rotación de la tierra.

Lucas 17:34-36 dice que la Segunda Venida de Cristo será mientras algunos estarán durmiendo a la noche y otros trabajando en las actividades diarias del campo. Esta es otra clara indicación de una tierra dando vueltas con día y noche ocurriendo a la vez.

Hablando del sol, el salmista dice que “éste como esposo que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo del cielo es su salida, y su curso hasta el extremo de ellos; y nada hay que se esconda de su calor” (Salmos 19:5-6). Por muchos años los críticos se burlaban de estos versículos, pensando que el sol estaba quieto. Pero en años recientes se descubrió que en efecto el sol se mueve a través del espacio a una velocidad de aproximadamente 600.000 millas por hora. Está viajando a través de los cielos y tiene un “circuito” como la Biblia dice. Este circuito es tan grande que tomaría aproximadamente 200 millones de años completar una órbita.

La Escritura dice “Fueron pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.” (Génesis 2:1). El hebreo original usa el tiempo pasado definido para el verbo “acabados”, indicando una acción completada en el pasado, que no puede volver a ocurrir. La creación fue “acabada” – de una vez y para siempre. Esto es lo que exactamente dice la Primera Ley de la Termodinámica. Esta Ley (a menudo referida como la Ley de Conservación de la Energía y/o Masa) establece que ni la materia ni la energía pueden ser creadas o destruidas. Es debido a esta Ley que la teoría de “Estado preparado” (o Creación continua) de Sir Fred Hoyle fue descartada. Hoyle estableció que en ciertos puntos en el universo, llamados “irtrons”, la materia o la energía estaban siendo creadas constantemente. Pero la primera Ley establece justamente lo opuesto. De hecho, no hay creación en marcha hoy. Está finalizada exactamente como la Biblia lo establece.

Tres lugares en la Biblia (Isaías 51:6; Salmos 102:25-26; Hebreos 1:11) indican que la tierra está desgastándose. Esto es lo que la segunda Ley de la Termodinámica (Ley de la Entropía Incrementada) establece: en todos los procesos físicos, todo sistema ordenado a través de los tiempos tiende al mayor desorden. Todas las cosas están gastándose y agotándose, y la energía y está menos disponible para su uso. Eso significa que el universo eventualmente se” desgastará “de modo que (en teoría) habrá una” muerte por calor “y, por lo tanto, no habrá más energía disponible para su uso. Esto no fue descubierto por el hombre sino hasta hace poco, pero la Biblia lo establece en términos claros y sucintos.

Dios le dijo a Job en el año 1500 A.C “¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: henos aquí?” (Job 38:35). La Biblia está haciendo aquí lo que pareciera científicamente absurdo – que la luz puede ser enviada, y que luego se manifiesta a sí misma, hablando. Pero ¿Sabías que las ondas de radio viajan a la velocidad de la luz? Esta es la razón por la que puedes tener comunicación instantánea sin cables con alguien que está en el otro lado de la tierra. La ciencia no descubrió esto hasta 1864 cuando “el científico británico James Clerk Maxwell sugirió que la electricidad y las ondas de luz eran dos formas de la misma cosa” (Modern Century Illustrated Enciclopedia).

Job 38:19 pregunta, “¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz?” El hombre moderno ha descubierto recientemente que la luz (radiación electromagnética) tiene un “camino” viajando a 186.000 millas por segundo.

La ciencia ha descubierto que las estrellas emiten ondas radio que son recibidas en la tierra en un tono agudo. Dios mencionó esto en Job 38:7 “Cuando alababan todas las estrellas del alba…”

Con todas estas verdades reveladas en la Escritura, ¿Cómo podría una persona pensante negar que la Biblia sea sobrenatural en origen? No hay otro libro en cualquiera de las religiones del mundo (Vedas, Bhagavad-Gita, Koran, Libro del Mormón, etc) que contenga verdades científicas. De hecho, contienen declaraciones que son claramente no científicas.

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