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El Mensaje de Salvación

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  1. Testimonio Personal: Como lo Hizo Jesús
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  2. La Necesidad de Arrepentimiento
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  3. La Oración del Pecador
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  4. Conversiones Verdaderas y Falsas
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  5. La Hipocresía
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  6. La Certeza del Juicio
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  7. El Día del Juicio
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  8. La Realidad del Infierno
    6 Pasos
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Lección 7, Step 3
En Progreso

El Progreso Del Predicador: Ernesto Puedesser

Lección Progress
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Ernesto Puedesser: Evan, quisiera hacerte una pregunta.

Evan Gelista: Sí, ¿Cuál es?

Ernesto Puedesser: Reconozco que he dicho mentirillas y mentiras blancas en el pasado. ¿Me mandará Dios al infierno por decir una mentira?

Evan Gelista: ¿Me estás diciendo que tus pecados son pequeñitos, y no piensas que ellos te deberían llevar al infierno?

Ernesto Puedesser: Sí, supongo que eso lo que digo.

Evan Gelista: A ver… Pongámoslo de esta manera: ¿Cuántas mentiras has dicho en toda tu vida? ¿Una? ¿Dos? O ¿Varias?

Ernesto Puedesser: Pienso que estoy en la categoría de “varias.”

Evan Gelista: Entonces, ¿En qué te transforma?

Ernesto Puedesser: En un mentiroso NO – eso suena muy fuerte.

Evan Gelista: Ernesto, tú has dicho muchas mentiras y aunque hubieras dicho una sola mentira serías un mentiroso.

Ernesto Puedesser: No, no lo veo así.

Evan Gelista: Si yo cometo un solo asesinato, eso me hace un asesino… Si asalto un solo banco eso me hace ladrón de bancos. Si cometo adulterio una sola vez eso me hace adúltero. Lo mismo ocurre con las mentiras.

Ernesto Puedesser: Bien, eso me parece lógico.

Evan Gelista: Tus pecados te pueden parecer pequeños a ti, pero para Dios son muchos, y muy serios. Si un juez da como sentencia una multa de cinco pesos, concluyes que el delito era pequeño. El castigo refleja el delito. Sin embargo, si lees que un juez ha dado a un criminal cinco sentencias de cadena perpetua, puedes concluir que el crimen era atroz. El castigo de Dios por el pecado es la condenación eterna en el infierno. Esto muestra cómo nuestros “pecadillos” son inexplicablemente graves ante los ojos de un Dios santo.

Ernesto Puedesser: Está bien.

Evan Gelista: ¿Así que puedes ver que tienes una multitud de pecados de los cuales Dios está consciente, y que estás en peligro de ser condenada eternamente?

Ernesto Puedesser: Si, ahora lo puedo ver.

Evan Gelista: Ernesto, Dios te amó tanto que llegó a hacerse hombre en Cristo Jesús para cargar sobre sí mismo el castigo de tus pecados. Si te arrepientes y confías en Jesús, debido a su muerte y resurrección, Dios ahora puede darte vida eterna.

Ernesto Puedesser: ¿Esto puede ser? Lo que dices suena demasiado bueno para ser verdad.

Evan Gelista: Si fueran meras palabras de hombre, sería demasiado bueno para ser verdad. Pero esta es la promesa del Dios Todopoderoso a todos los que le obedecen.

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